Fué que la tormenta
se disipó con una
melodía.
Las serpientes
se volvieron hombres,
y el hombre aprendió
a hablar
a través
del llanto.
La noche reflejaba
la transfomación, y el renacimiento.
y añejando pensamientos,
aumentábamos la sed
Nuevas viejas aventuras
y un mísmo compañero
de viaje.
Salud!
Por una amistad
de todos los
colores.
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